Qué esperar del mantenimiento de su carro

Para el propietario de un vehículo el mantenimiento es un procedimiento necesario realizado periódicamente que se hace casi en modo automático, pero ¿sabe usted exactamente en qué consiste y qué esperar después de cada uno?

PatioTuerca visitó el taller de Subaru del Canal, concesionario del fabricante japonés en Panamá, y entrevistó al jefe de taller Antonio José Parra para saber qué se lleva a cabo en los primeros mantenimientos y cómo el cliente puede asegurar un resultado satisfactorio.

El primer mantenimiento de un vehículo nuevo. Es de carácter sencillo y se lleva a cabo en los primeros mil kilómetros. En este se realiza un chequeo completo del vehículo a nivel mecánico. «Se retorquean las piezas para ver que estén ajustadas correctamente, se calibran las bielas y el nivel de aire en las llantas, se lleva a cabo el cambio de aceite y el filtro del aceite de motor, se programa el próximo mantenimiento en la pantalla y se ofrece una limpieza del vehículo como un extra», explica Parra.

A los 7500 kilómetros recorridos se lleva a cabo el segundo mantenimiento en los vehículos Subaru. De carácter sencillo, este contempla también el cambio de aceite y filtro del aceite de motor. Se lleva a cabo una inspección mecánica del vehículo, se revisa el filtro de aire del motor, si tiene una obstrucción o sedimento se renueva, el nivel de aire en las llantas, la función de las luces y el estado de los tacos de los frenos, y se programa la próxima cita de mantenimiento.

Después de este segundo mantenimiento se debe contemplar hacer uno nuevo aproximadamente cada 7500 kilómetros, lo que puede variar en cada marca. Subaru contempla el tiempo de vida de sus lubricantes -diez mil kilómetros- para establecer la regularidad con la que se deben hacer los mantenimientos.

En la tercera visita del carro al taller se hace el cambio de aceite de los diferenciales y de motor, se lleva a cabo un chequeo de los fluidos, o sea, del líquido de freno, refrigerante y aceite hidráulico -en los vehículos con cremalleras servo asistidas o hidráulicas-, también se inspecciona el filtro del aire acondicionado. Algunas revisiones como, por ejemplo, del filtro de aire del motor y de la función de las luces, se repiten. Hay que tomar en cuenta que los mantenimientos no son algo fijo para todos los vehículo, explica Parra, ya que «no todos presentan el mismo desgaste porque no tienen el mismo tipo de circulación».

Las primeras revisiones del vehículo son sencillas, pero Parra indica que para los 30 mil kilómetros el vehículo debe someterse a un mantenimiento completo.

Revise su auto. Una vez finalizada la visita del vehículo al taller, si el cliente así lo desea puede pedir revisar el auto con quien hizo el mantenimiento para verificar que se hayan hecho los cambios estipulados en la facturación. Si se le cobró un filtro de aire del motor o un filtro de aceite de motor se puede ver la pieza reemplazada, mientras que el cambio del aceite de motor se puede verificar con la varilla de medir, la cual indica el nivel de este y su color.

Sobre este último, recuerde que no todos los aceites tienen el mismo color, algunos son amarillo claro mientras que otros, como el utilizado en Subaru, son color caramelo. Compare la tonalidad del aceite en la bomba con el del envase original. Un aceite de motor que necesita cambio está por debajo o llegando al nivel mínimo indicado en la varilla, y tiene un aspecto a aceite quemado.

Facilite el mantenimiento. Indique al taller si ha experimentado problemas con el auto. «En cada kilometraje uno debe preguntarle al cliente cómo se siente, qué fallas percibe durante el tiempo que ha conducido el vehículo porque nosotros no estamos diariamente con este. El cliente conoce más su carro que nosotros, que conocemos la parte técnica, pero quien se da cuenta del mal o buen funcionamiento de un carro es el cliente», dice Parra.

Tenga en cuenta que los vehículos son objetos electrónicos que eventualmente tendrán un fallo. Es importante para todo taller ligado a su distribuidor y fabricante saber qué problemas experimentan sus carros en cada kilometraje para ofrecer retroalimentación a la marca y recibir soporte en la reparación. Una comunicación abierta asegura un cliente feliz y un taller capacitado para ofrecer un mejor servicio.

Taller: Subaru del Canal

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