Latinos se destacan en las divisiones de IndyCar
2016 será un año para recordar, en función de los pilotos latinoamericanos que participaron y fueron protagonistas en las categorías de desarrollo de la IndyCar.
Pertenecientes al programa “Mazda Road to Indy”, las series Indy Lights, Pro Mazda y USF2000 sirven como plataforma para que los jóvenes talentos de todo el mundo compitan y, en caso de ganar campeonatos, puedan recibir financiamiento para llegar hasta la IndyCar y, por ende, en las “500 Millas de Indianapolis”.
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Este año, un británico/emiratense, un estadounidense y un australiano fueron los campeones en sus respectivas series, pero en dos de ellas, Santiago Urrutia y Patricio O’Ward no dieron tregua a lo largo de la campaña.
SANTI, A UNA VUELTA DE LA INDYCAR
Urrutia, ex competidor de la European F3 Open y la GP3, llegó a Estados Unidos el año pasado para correr en la Pro Mazda, misma que se adjudicó con tres victorias y 10 podiums de 16 posibles.
Así llegó a la Indy Lights, la antesala de la IndyCar, con el equipo Schmidt Peterson Motorsports, el cual ha logrado siete campeonatos con pilotos de la talla de Josef Newgarden, Gabby Chaves y Sage Karam. En su temporada de novato, logró cuatro triunfos, más que cualquier otro participante, además de siete pódiums, tres poles y el trofeo de mejor debutante.
Sin embargo, tras llegar al último fin de semana de actividades de la campaña con un punto de diferencia sobre Ed Jones, la esperanza de ver al uruguayo en la IndyCar tuvo un contratiempo; en la primera competencia del fin de semana llegó en quinto sitio, tras no tener velocidad en su auto durante la jornada. Esto, sumado a la segunda colocación de su rival, le dio a éste el liderato por siete unidades.
En la segunda, disputada el domingo, “Santi” aprovechó un mal inicio de Jones para pasar a la segunda plaza en la arrancada, mientras el integrante de Carlin Racing caía a quinto. Este resultado dejaba a ambos empatados en unidades, pero con el latinoamericano resultando favorecido por la cantidad de triunfos.
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Pero en la última vuelta, Jones superó a su coequipero Félix Serrallés en una maniobra que se dedujo como orden de equipo, algo común en Europa pero poco vista en Estados Unidos, aunque los involucrados lo negaron. Así, terminó el certamen con 363 puntos, haciéndose acreedor a una beca de un millón de dólares que le permitirá correr en tres eventos de la IndyCar, incluyendo la Indy 500.
Urrutia, quien se quedó a dos puntos de su cometido, se bajó del coche entre lágrimas, pero prometió trabajar duro en el invierno para regresar al serial.
«Como piloto y como equipo dimos el 100%», dijo. «Como debutante en la categoría, el equipo me ayudó muchísimo, nadie ganó más carreras de nosotros. Me dieron la oportunidad de estar acá, tener chance de poder ganar un campeonato. Este año se dio así, me tocó salir segundo. Voy a trabajar y hacer todo lo posible para conseguir los sponsors, para poder volver el año que viene y luchar por el campeonato».
UN MEXICANO LUCHÓ POR LA PRO MAZDA
En una situación similar se encontró O’Ward, quien resultó subcampeón de la Pro Mazda a pesar de lograr la mayor cantidad de triunfos durante el año.
El nacido en Monterrey, quien tiene experiencia en la F4 Francesa y la F4 NACAM, llegó a la antesala de la Indy Lights en 2015, finalizando sexto con dos pódiums; sin embargo, aprovechando la falta de vehículos inscritos carrera con carrera se convirtió en la sensación de la serie al ganar siete pruebas, incluyendo cinco consecutivas y dos de ellas en el legendario autódromo de Indianápolis.
Pero no contó con el ataque de su coequipero en Team Pelfrey, el estadounidense Aaron Telitz, quien se encendió en la segunda mitad del año al sumar cinco de sus seis triunfos y, sumado a un abandono del azteca, lo superó en las últimas fechas.
En las finales de Laguna Seca, “Pato” logró el triunfo y redujo su desventaja de 13 a ocho puntos; no obstante, un polémico accidente en el arranque de la segunda batería le arruinó el sueño. Tras haberle ganado la línea interna en la curva 2, el originario de Wisconsin perdió el control de su auto y provocó el trompo de su adversario, quien hizo un trompo y sufrió daño en su monoplaza.
«No fue nuestro día», compartió con Motorbit. «Estaba jugando limpio en todo el año, no jugaron limpio conmigo, pero no puedo hacer nada. Si no me hubieran sacado, pudiera haber ganado y sin la falla mecánica en la Carrera 3, pude haber ganado el campeonato, pero el hubiera no vale».
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Aunque logró el décimo sitio y Telitz fue sancionado, éste quedó quinto, por lo que su liderazgo pasó a 15 puntos con un compromiso restante, el cual ganaría con comodidad en tanto que O’Ward, con fallas en su auto reparado, fue sexto, se quedó a 32 unidades de la corona y una beca de casi 600 mil dólares. Al igual que Urrutia, trabajará en el invierno para continuar corriendo en el extranjero.
«Todos sabemos que es un deporte carísimo, a ver qué sale en las siguientes semanas» dijo.
OTRO LATINO CON FUTURO
El fin de semana también vislumbró lo que puede ser una importante alternativa para el futuro.
Nicolás Dapero, originario de Buenos Aires, Argentina, cuyo año de aprendizaje rindió frutos al lograr su primera victoria en la Pro Mazda, tras aprovechar el episodio entre O’Ward y Telitz. Este es su primer éxito fuera de su país de origen.
“Es una carrera importante, la venía buscando desde hace mucho”, dijo el integrante de Juncos Racing, quien finalizó entre los cinco mejores del certamen. «El auto venía bien, el equipo me dio un auto increíble, uno muy contundente».
En la otra serie, la USF2000, el australiano Anthony Martin fue quien se llevó los honores.
En tanto, la categoría estelar, la IndyCar, definirá a su monarca este domingo en Sonoma, California. Simon Pagenaud y Will Power son los contendientes.
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