Volkswagen Gol, el ‘pequeño’ triunfo alemán en tierras latinoamericanas
No hay latinoamericano que ignore la existencia del Volkswagen Gol. Aquí la antesala, éxito y post evolución del modelo ícono en ventas más allá de tierras originarias
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Fabricar un Gol por minuto y colocar más de ocho millones de ejemplares en calles brasileñas, solo habla de cuán fértil es la producción del ejemplar.
De hecho, para el tiempo que hayas tardado en leer esta nota, es probable que se hayan generado un aproximados de seis o siete Volkswagen Gol en Sao Paulo.
El Volkswagen Gol es uno de esos modelos que ha congregado a una comunidad de seguidores alrededor suyo.
Adeptos que no han hecho otra cosa sino dejar que el modelo se presente, adapte, cuestione su entrega, refute y -finalmente- se encuentre consigo mismo.
Tomó tiempo para que el Gol luzca como hoy aguarda en los concesionarios de Latinoamérica; sin embargo, su evolución -no tan radical para algunos- ha madurado conforme han marcado los años. El Volkswagen Gol lo ha hecho todo a su propio ritmo.
CONTEMOS LA HISTORIA
Todo comenzó cuando el mercado automotriz en Brasil se mostraba amenazante: Fiat ganaba terreno con el 147 -popularmente novedoso por ser el primer automóvil en funcionar con etanol y emitir menores emisiones de gases contaminantes. A la par, Chevrolet aumentaba su participación entre los compradores con el Chevette, producto de su bajo costo.
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Por aquellos años, Volkswagen también se acomodaba en el segmento hatchback junto a los modelos Polo y Golf; sin embargo, el podio que arrasaría con las ventas aún aguardaba bajo conceptos oscilantes entre ambos modelos alemanes.
Fue así que pasada la mitad de los años 70, ingenieros de la casa de Wolfsburgo (solo los expertos porque la fabricación es made in Brasil) arrancaron con el proyecto al que bautizaron como ‘BX’.
En términos de mecánica, el BX fue montado con un motor boxer de 1.3 litros refrigerado por aire que alcanzaba un máximo de 41 caballos de potencia y presentaba una velocidad máxima de 120 km/h.
Para el diseño, la marca desarrolló un estilo atlético de ventanales ámplios y faros cuadrados, todo ello en carrocería hatchback de tres puertas que podía albergar hasta un máximo de cuatro pasajeros.
UN GOL MÁS POTENCIADO
El Volkswagen Gol ya ganaba territorio entre las preferencias. Sus dimensiones pequeñas, ideales para ciudad, su bajo costo y comodidad, lo posicionaron entre las ventas número uno de Brasil; sin embargo, un detalle no dejaba enmarcar al Gol entre los favoritos: el desempeño era escaso.
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A comparación de sus competidores del mismo segmento, el Gol ofrecía una menor potencia y demoraba en acelerar de 0 a 100 kilómetros en más de 20 segundos. Por ello, para 1981, la marca reemplazó el motor por uno de mayor cilindrada y más puntos en términos de potencia.
El nuevo Volkswagen Gol lució un motor refrigerado por aire de 1.6 litros, doble carburador, de 55 HP cuya velocidad máxima bordeaba los 145 km/h y aceleraba de 0 a 100 km. en 15.4 segundos (6.6 segundos menos que en su primera fase).
LA ANTESALA DEL GOL GTI
Anterior a la versión de inyección electrónica -que hizo su debut a finales de los 80-, Volkswagen presentó el Gol GT, la variante deportiva del modelo para aquellos que buscaban una conducción con mayor adrenalina.
Todo inició con un motor 1.8 Lt. refrigerado por agua de casi 100 caballos de potencia, velocidad máxima de 180 km/h y una aceleración de 0 a 100 km. que burlaba por completo las prestaciones iniciales del VW Gol: 9.7 cortos segundos.
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Por supuesto, la entrega del Gol GT estuvo completa junto a los pertinentes cambios que el fabricante realizó en el diseño: faros de largo alcance, pasos de rueda pronunciados, una parrilla más estética, parachoques en color negro con spoiler inferior, llantas de aluminio y doble tubo de escape.
El Volkswagen Gol GT sacudía el asfalto con sus nuevas prestaciones; sin embargo, si bien estábamos ante un Gol radicalizado; el ejemplar comenzó a mostrar ciertos inconvenientes como vibraciones y desgaste (por esos años tomó el apodo de ‘batidora’), producto de un motor lineal más pesado.
Para finales de los 80, la firma automotriz exhibió el primer auto con inyección electrónica en américa del sur: el Volkswagen Gol GTi con motor 2.0 y 124 HP. Su velocidad máxima se elevó hasta los 185 km/h.
GENERACIONES POSTERIORES
Antes de hablar sobre los cambios generacionales que sufrió el Volkswagen Gol, debes saber que existe un, digámosle, desacuerdo respecto a cómo se han ido dando los cambios del hatchback.
Para algunos, el Gol solo ha pasado por tres generaciones y diversas actualizaciones; para otros, en cambio, carga con seis generaciones. Aquí nos quedamos con esta última segmentación. Así que empecemos.
La segunda generación de la unidad no tuvo grandes cambios. En el apartado de la motorización, la cilindrada continuó oscilante entre los 1.6 y 1.8. Aunque no se puede pasar por alto que el habitáculo se mostró mucho más cómodo y espacioso producto de un mayor distanciamiento entre ejes.
VW Brasil presentó a mediados de los noventas la versión GTi 2000 con potencia de 111 HP y atractivos agregados para la época como llantas de aleación, asientos abutacados, y elevalunas y espejos exteriores eléctricos.
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El periodo de la tercera generación (1999 – 2005) es recordado por presentar variantes Gol de cilindrada inferior (1.0 litros) pero con potencias que iban desde los 75 HP hasta los 99 HP, si hablamos de la versión turbo.
No fue sino hasta la quinta generación (2008) que el Volkswagen Gol asentó las bases de su mecánica con motores transversales de 1.0 y 1.6 litros de 101 cv y embrague hidráulico.
A México, el Volkswagen Gol aterrizó en la segunda mitad de la década de los 90’s.
Para la sexta generación lanzada el año pasado, la unidad exhibió su lado más ‘moderno’ acorde a estos tiempos. Dependiente del país, las variantes se ofrece con la familia de motores de la generación anterior. La tecnología alberga sistemas a los que las marcas ya nos tienen acostumbrados.
Ahora que el Volkswagen Gol 2017 se exhibe con una apariencia más redonda, ‘vanguardista’ (vaya que a veces el término incomoda) y en general citadina, hay quienes aún guardamos la nostalgia del modelo ochentero.
El Gol de los 80 reunía una serie de rasgos marcados por un estilo deportivo en cuanto a la forma de la carrocería y diseño exterior. Aunque no se trataba de un vehículo potente, ofrecía cifras justas para la conducción urbana. Sin embargo, en el modelo actual, aún se observan vestigios de aquel hatchback que reunía lo esencial, ese detalle que para su fila de seguidores aún los mantiene en fidelidad: la confianza.
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