STC2000: Polémico final otra vez y victoria de Llaver

A pesar de ser el equipo oficial con menor presupuesto de la categoría, Fiat ha ganado este fin de semana en STC2000. Esta vez fue Berni Llaver en Oberá, después de otra maniobra polémica delante suyo, entre quienes peleaban por ganar.

José Manuel Urcera y Agustín Canapino sostenían una pelea cuerpo a cuerpo en el autódromo misionero de Oberá, donde el STC2000 disputó su sexta fecha del campeonato 2016, pero el mendocino Berni Llaver se quedó con la victoria.
Urcera, ganador de aquella polémica carrera en Córdoba tras el recargo aplicado a Damián Fineschi por su toque a Leonel Pernía una vuelta antes del final, era ahora el hombre a vencer, con un Fiat Línea muy efectivo en el tratamiento de los neumáticos. Canapino, dueño de la Pole Position y el auto más veloz, había tenido que penalizar por la tabla de hándicap de STC2000 y recuperaba posiciones hasta quedar detrás del piloto rionegrino.

CANAPINO INTENTA, PERO NO PUEDE PASAR

Canapino parecía tener auto de sobra para pasar a Urcera y tomar la punta, sin embargo, en cuanto empezó sus intentos, notó que no iba a ser sencillo pasar al Fiat. Entrando a la recta principal, Urcera recorría la trayectoria bien cerrada a la cuerda, montaba su rueda trasera al piano interno generando un “salitito” de la cola de su auto que le permitía quedar con las ruedas derechas antes que su rival, y acelerar franco para evitar que el Chevrolet pase en la recta. Además, le dejaba la línea exterior y Canapino, a pesar de tener mayor velocidad, no conseguía superarlo completo como para cerrarse a la cuerda siguiente, a la derecha.

Entonces, Canapino tuvo que empezar a buscar otro lugar para intentar la maniobra. Buscó en el frenaje de la curva 13, y también en la horquilla de atrás de boxes como otro posible lugar. En Oberá, no hay otros lugares donde intentar pasar.

Lo intentó una vez, saliendo rápido de la curva 5, pero Canapino no logró poner el Chevrolet completo a la par del Fiat de Urcera, y al llegar a la Ese previa a la horquilla, levantó y dejó entrar sin fricciones a su rival.
Una vuelta después, con la misma maniobra de “tijera” fabricada en la curva anterior, el Cruze consiguió igualar la línea del puntero por la derecha, lo que le daba la cuerda de la curva principal de la Ese. Pero Urcera no entendió que estuviera perdida la punta porque antes de doblar a la derecha hay una leve curva a la izquierda, que no se marca con la dirección cuando se transita solo por la línea ideal de carrera, pero que existe de todos modos.

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DEFINICIÓN CON TOQUE Y DESPISTE

Ambos decididos a mantener el lugar que tenían en la pista, fueron a la par hasta entrar en la variante. Entonces Urcera siguió derecho, como si no estuviera Canapino a su lado y viniera solo por la pista, haciendo esa trazada ideal de la Ese. Canapino, entendiendo que su posición de más de ¾ partes de su auto por la cuerda real de la curva, intentó mantenerse sobre el asfalto, pero dos autos no entran, se aplaudieron una vez, lo que mandó al arrecifeño al pasto interno de la curva derecha, y ahí nuevamente otro contacto, que le sacó el poder de dirección a su auto.

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Canapino siguió derecho a la salida de la Ese, y arrastró a Urcera. Ambos se salieron de pista y debieron ir por la banquila externa para regresar a la carrera con el Chevrolet adelante entre ellos, pero con Berni Llaver como nuevo líder de la carrera, a cuatro vueltas del final.

Por casualidad, en el tráiler de fiscalización estaba el concurrente del equipo Chevrolet por otra maniobra, y entonces los Comisarios Deportivos le sugirieron que Canapino devolviera una posición a Urcera, porque tenían decidido que al terminar la carrera lo reposicionarían en ese puesto. El mensaje fue transmitido al equipo, y este a su piloto, entonces Canapino dio lugar a Urcera para intentar atacarlo nuevamente antes que cayera la bandera a cuadros.

No lo consiguió, terminó tercero, y molesto con la sanción (que en realidad no fue tal por haber cedido el puesto), no quiso ir al podio. La opinión sobre la maniobra volvió a ser el eje de la polémica, así como pasó también en Córdoba, dos carreras antes. La decisión de los Comisarios Deportivos tuvo casi un 50% de rechazo, un poco menos de aprobación, y muchas opiniones pidiendo “no intervención”. El debate sobre la necesidad de mayor flexibilidad en las sanciones deportivas, en el centro de la escena una vez más.

Berni Llaver ganó una carrera que merece por su calidad de piloto y su gran esfuerzo por reunir el presupuesto para correr desde su lejana ciudad de San Martin, en Mendoza. Algunos años antes, dominando con un Toyota en esta misma pista, Llaver había debido abandonar porque el matafuego de su auto se había soltado y se trabó entre los pedales. La revancha llegó en el mismo lugar. Fancundo Ardusso, con su sexto puesto, saltó a la punta del campeonato, con 6 puntos sobre Canapino y 14 sobre Pernía. La próxima carrera será el 31 de julio, con una nueva edición de los 200km de Buenos Aires.

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