Prueba de supervivencia para la NASCAR Trucks

2017 • feb. 24, 2017

A iniciar la última vuelta, Kaz Grala cruzó la meta en sexto lugar, pero nunca pensó que era 100% posible ganar la apertura de NASCAR Trucks.

Y es que ante la locura que representó la conclusión del evento del viernes por la noche en Daytona, lo único que tuvo en sus manos era cruzar los dedos, aferrarse al volante y cerrar los ojos para que ocurriera un milagro… o por lo menos, llegar con su camioneta entera.

«Estaba empujando a Timothy Peters, no podía ver mucho enfrente mío, pero vi que las cosas comenzaron a salir mal», describió.

El originario de Massachussetts, quien solo tenía 10 participaciones en la tercera división nacional de NASCAR antes de este compromiso, se quedó con la victoria en la fecha inaugural de 2017, después de una carambola de 12 vehículos ocurrida a la salida de la curva 2.

«Tuvimos un poco de suerte, pero también una camioneta rapida. Jerry Baxter (su ingeniero) y el equipo completo me dieron una camioneta veloz. Eso es lo importante, tener una camioneta rápida para ir al frente, colocarte en esas posiciones, este tipo de cosas pasan», afirmó.

DESASTRE DESDE EL INICIO

La expectativa sobre el inicio de temporada era el acostumbrado. Tres meses de preparación, cierre de patrocinios y organización de staff, las camionetas se alistó para ser la primera de las tres categorías nacionales de NASCAR en comenzar año, en función de las pruebas puntuables.

Después de que el clima afectara las actividades del jueves y redujera la duración de prácticas a poco menos de dos horas, el cielo se despejó este viernes, mientras el público se reunió para ser testigo de la 18° edición de este evento, que se pactó a 100 giros.

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Pero tan pronto cayó la bandera verde, el caos se desató: en la vuelta 2, un error de Austin Cindric provocó el trompo de Noah Gragson y, de ahí, el famoso accidente en masa, en el que 17 de las 32 camionetas participantes se involucraron en un accidente que pocos preveían que ocurriría tan temprano; nueve de ellas no volvieron a pista.

Y es que la categoría tiene a seis debutantes y a otros seis pilotos que no suman puntos para este certamen, por lo que la falta de experiencia de algunos, junto con el poco tiempo de pista habilitada, provocó que algunos contendientes al título, como Cindric, Gragson y Ryan Truex arrancaran el año con el pie izquierdo.

Ocho vueltas tomó la limpieza de pista y el siguiente reinicio, en el cual se estrenó el nuevo formato de competencias, en el que las competencias de NASCAR se dividen en tres etapas. Al final del giro 20, un mal cálculo de Spencer Gallagher derivó en un trompo de Christopher Bell, recordado por dar nueve vueltas “de campana” en esta carrera hace un año, y en el final de la jornada de Brett Moffitt, quien se impactó en el muro interno.

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A pesar de que la Etapa 2 no trajo novedades, el común denominador fue GMS Racing, equipo que dominó a placer el recorrido con Johnny Sauter, ganador de las Etapas 1 y 2, y que en su momento tuvo a sus cuatro máquinas al frente; incluso, ejecutaron una estrategia alterna en la segunda mitad de la carrera al ingresar a pits bajo bandera verde, con el fin de no tener problemas de combustible.

Esto le redituó a Sauter y al poleman Grala, gracias a un incidente en el que Bell se involucró por segunda ocasión y dejó fuera a otro estadounidense, Korbin Forrister; en contraste, sus coequiperos Gallagher y Scott Lagasse Jr. fueron sancionados por exceso de velocidad en pits, aunque este último no perdió la vuelta del líder.

La tensión aumentó mientras el número de vueltas fue decreciendo. Mientras Sauter seguía encabezando al pelotón, el público esperaba el siguiente movimiento que desencadenara la batalla por la victoria, mismo que pocos intentaron sin éxito. A cinco giros de la bandera a cuadros, una llanta cortada derivó en un trompo de John Hunter Nemechek, quien al ir al final del grupo, no colisionó con algún otro rival.

Ese fue el momento en el que se preveía el desastre, mismo en que llegó en el último reinicio, cortesía de Grant Enfinger, quien necesitó de un ligero empuje hacia su coequipero en Thorsport Racing, Ben Rhodes, y que le impidió a Matt Crafton lograr la victoria, después de cuidar su máquina durante parte de la noche.

Así fue como Grala, con 18 años, un mes y 26 días de edad, se impuso como el vencedor más joven en alguna categoría nacional de NASCAR en el superóvalo de Florida; en la historia, solo Colin Braun, Patricio O’Ward y Michael De Quesada triunfaron en las «24 Horas de Daytona» de IMSA con una edad aún menor. Además de este éxito, será parte de los playoffs del serial en septiembre.

Detrás de él llegaron, en calidad de supervivientes, Austin Wayne Self, Briscoe y la familia Nemechek, encabezada por John Hunter, quien casi fue sacado de contención por su padre, Joe. Crafton quedó clasificado en el lugar 14, justo delante de Sauter, quien al haber ganado las Etapas 1 y 2, sumó 20 puntos extra para ascender al segundo sitio de la puntuación.

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Además del formato de «Etapas» y la impartición de unidades adicionales, se inauguraron de manera oficial algunas reglas deportivas, como el límite de cinco minutos que tiene cada equipo para hacer reparaciones en camionetas, la prohibición de volver a pista para quienes infringieran dicha regla, así como para los coches dañados que hayan ido al garage, lo cual generó opiniones divididas.

Pero como suele ocurrir en los superóvalos, la NASCAR Trucks en Daytona fue una prueba impredecible de supervivencia y, en menor grado, un adelanto del resto del fin de semana, en función del torneo.