¿Por qué los radares de velocidad no han logrado disminuir los accidentes de tránsito?

accidentes de tránsito • sep. 14, 2015

Los radares de velocidad no están cumpliendo con su objetivo. Según datos brindados por la ANT, los accidentes de tránsito aumentaron hasta agosto del 2015. ¿Qué se está haciendo mal? ¿Será que hay otros factores que deben ser controlados? A continuación respondemos estas interrogantes.

Más en Motorbit: ¿Dónde y por qué se están implementando los radares de velocidad en el Ecuador?

A mediados de junio del 2015, la situación en nuestras vías era alarmante por el alto índice de accidentes de tránsito. Las autoridades de distintas ciudades del Ecuador encontraron en los radares de velocidad una ‘oportuna y pronta’ solución ante la gran problemática. Algunos fueron instalados antes de medio año, otros desde enero. La gran mayoría en zonas que registraban mayor siniestralidad.

Sin embargo, según la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), los accidentes de tránsito aumentaron en un 2% entre agosto del 2014 y agosto del 2015. Las preguntas surgen por sí solas: ¿Por qué? ¿Acaso eran necesarios más radares? ¿Qué pasó? ¿Qué se está haciendo mal? Aquí encontrarás un brevísimo análisis.

El principal enemigo no es el que pensamos

Creo que todos entendemos el objetivo de los radares de velocidad: amedrentar a los conductores y obligarlos a respetar los límites de velocidad. Buen propósito y noble causa. Sin embargo, siguiendo con los datos brindados por la Agencia Nacional de Tránsito encontramos un punto interesante. Si bien el exceso de velocidad es una de las principales causas de siniestros en nuestras vías, existen otros factores (probables) con mayor índice de accidentes. Atentos a estas cifras del 2015.

Hasta agosto, el conducir desatento a las condiciones de tránsito (ya sea por mensajear o hablar por celular, maquillarse, comer, entre otros) causó 440 accidentes; no respetar las señales reglamentarias de tránsito 347 y conducir superando los límites de velocidad 336.

En las cifras del 2014 notamos que el orden de los móviles son casi iguales: No respetar las señales de tránsito produjo 779 accidentes; impericia e imprudencia del conductor 663 y exceso de velocidad 350.

Imagen: DNCTSV, CTE, EMOV - Cuenca, Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Loja, Agencia Metropolitana de Tránsito - Quito, Gobierno Autónomo Descentralizado de Manta, Municipio de Ambato, Municipio de Ibarra, Autoridad de Tránsito Municipal de Guayaquil. — Imagen ANT: DNCTSV, CTE, EMOV – Cuenca, Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Loja, Agencia Metropolitana de Tránsito – Quito, Gobierno Autónomo Descentralizado de Manta, Municipio de Ambato, Municipio de Ibarra, Autoridad de Tránsito Municipal de Guayaquil.

En un rápido balance, tanto en el 2014 como en el 2015 encontramos que el no respetar las señales de tránsito es el principal causante de accidentes en nuestras vías, mientras que el exceso de velocidad aparece recién, en ambos casos, en la tercera plaza. Ahora, no es que minimicemos este último punto, pero creemos que a donde deben apuntar las acciones correctivas para reducir este incremento de siniestros de tránsito en el Ecuador es hacia la sensibilización del conductor y a una mejor educación vial.

No solo eso, aquí encontramos otro problema. Muchas veces, los accidentes de tránsito llegan a causa de conductores que no respetan las señales de tránsito por la poca visibilidad de estos o por problemas como los que describe José en nuestra sección de comentarios.

A nuestro parecer, estas deben ser las acciones a tomar sin dejar de lado los radares. No olvidemos, además, hacer mea culpa. Cada uno es responsable de lo que hace al volante: frenar, acelerar, reducir la velocidad, dar pase al peatón, conducir a la defensiva o temerariamente, no beber si se va a conducir, mensajear o hablar por celular, etcétera. Recuerda, no solo tu vida está en juego, también la de los demás.

A la Agencia Nacional de Tránsito, policías y demás autoridades implicadas, les queda concentrarse en el principal causante de accidentes de tránsito: no respetar las señales, algo que implica el exceso de velocidad. Las cifras de siniestros y muertes en nuestras vías se reducirán cuando, en conjunto con los radares, se empiece a fiscalizar como corresponde otras faltas tan comunes como no respetar el crucero peatonal y/o el paso preferencial. Si Ecuador ama la vida, como dicen, entonces pongámonos a trabajar con responsabilidad e integridad.