Los autos más exitosos de la Fórmula 1 (Parte 1)

Alberto Ascari • jul. 14, 2016

En la Fórmula 1 no solo los pilotos demuestran su pericia al volante y obtienen fama y prestigio, sino que es una vía para que las marcas, a través de sus autos, pasen a la historia por el éxito que los productos que presentan en las pistas.

Durante más de 60 años, se han contado historias sobre las hazañas de los monoplazas que han hecho historia, así como la evolución que han impulsado dentro del automovilismo; en esta primera entrega, repasamos algunas de las máquinas que impusieron su dominio en los primeros años del Gran Circo.

ALFA ROMEO 158 y 159 “ALFETTA”.

Si vamos por orden cronológico, el modelo 158 concebido antes de la Segunda Guerra Mundial encabeza la lista; desde 1947 fue el primer gran dominador de la historia de la Fórmula 1 al ganar las seis competencias disputadas en Europa en 1950, incluyendo la carrera inaugural en Silverstone de la mano de Giuseppe Farina, quien se consagró campeón.

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Con motor V8 de 1.5 litros y cuatro velocidades, capaz de alcanzar 8500 rpm, la máquina tuvo una segunda versión, la 159, en 1951, llegando a 9300, equivalente a 450 hp. Con ella, Farina y Juan Manuel Fangio ganaron cuatro de las ocho fechas del calendario, con el argentino coronándose ese año. En total, esta versión ganó 10 de 15 Grandes Premios, aunque nunca corrió en Indianapolis.

A ambas se les nombró también “Alfetta”, que en español se traduce como “Pequeño Alfa”.

Fórmula 1 — El «Alfetta» fue el primer gran dominador en la Máxima Categoría.

FERRATI 500 F2

Fue originalmente construido para la F2 de la época, pero el destino lo convirtió en el primer bólido de Maranello en lograr un título del mundo, algo que logró en 1952 y 1953. ¿Su piloto más emblemático? Alberto Ascari, quien ganó 11 de los 14 Grandes Premios en los que tuvo éxito, incluyendo siete de manera consecutiva, de entre los 19 en los que estuvo inscrito.

El coche se compone de motor de cuatro cilindros y 2.0 litros de capacidad con producción de hasta 185 hp, alcanzando 7500 rpm, junto con una transmisión de cuatro cambios. Al no lograr victorias en las siguientes dos temporadas, comenzó a alternarse en 1954 con el 553, la llegada del motor 625 le permitió ganar dos competencias adicionales antes de ser retirado.

MERCEDES W196

La precisión alemana llegó a mediados de los años 50, cuando debutaron en la Fórmula 1 en 1954, a pesar de perderse las primeras dos fechas en suelo europeo.

Su primera “flecha plateada”, mote que proviene del W25 de 1934, fue el W196, diseñado por Fritz Nallinger: con motor de ocho cilindros en línea con 2.5 litros de inyección directa, con capacidad de producir 290 hp, que fue desarrollado por más de un año y medio, se adjudicó nueve victorias y ocho poles en 12 carreras, junto con los títulos de 1954 y 1955, cortesía de “El Chueco”.

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Desde su retiro de las pistas, en octubre de 1955, el W196 se ha utilizado para diversas exposiciones, siendo el «Goodwood Festival of Speed» el más representativo; hubo un modelo muy parecido para las carreras de resistencia, el 300 SLR, el cual es recordado por el trágico accidente en Le Mans de ese año.

FERRARI 156 FÓRMULA 1

Otra de las joyas de la Scudería llegó hasta los años 60: el 156 F1, el cual es una de las primeras representaciones de la luz y la sombra del deporte.

Al ganar cinco de las siete pruebas del Mundial de 1961 mediante tres pilotos (Phil Hill, único Campeón estadounidense, Wolfgang von Trips y Giancarlo Baghetti), fue con este coche con el que Von Trips, quien prometía como una de las primeras estrellas alemanas en hacer historia en la Máxima, tuvo su accidente fatal en Monza, Italia, en el que murieron 13 aficionados.

Entre las características de su primera versión destacan sus 190 hp de caballaje, que aunque eran menores que algunos predecesores, su diseño delantero, llamado “nariz de tiburón”, otorgaba mejor estabilidad y refrigeración; además contaba con caja de 5 velocidades. Aunque permaneció en activo hasta 1964, sólo ganó dos carreras más, totalizando siete en 29 arranques.

MATRA MS80

Lotus fue el referente en las categorías europeas y estadounidenses durante los años 60; sin embargo, su historia será presentada en la siguiente entrega.

Además de la marca británica y de Ferrari, el otro referente de la Fórmula 1 a finales de esta década fue el MS80, un proyecto a cargo de Ken Tyrrell debido a que la marca aeroespacial francesa Matra International no desarrolló por su cuenta un auto para la temporada de 1969.

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El modelo en cuestión tenía un propulsor Ford Cosworth DFV V8 3.0 l. con capacidad de 10,000 rpm, además de caracterizarse por su pequeño alerón delantero y ancha ala trasera, que justo comenzaban a popularizarse en esta etapa.

Sir Jackie Stewart y sus cinco triunfos de 10 posibles, a lado de Jean-Pierre Beltoise, se encargaron de convertirlo en el único auto francés construido fuera del Reino Unido (Renault tiene su base en Enstone, Inglaterra) en ganar el Título de Pilotos y Constructores. Sólo se ausentaron del pódium en una ocasión, además de adueñarse de la mitad de las vueltas rápidas de aquel año.

En la siguiente entrega, repasaremos a fondo las décadas de los 60 y 70, en la que nombres como Lotus y McLaren comienzan a posicionarse mientras la tecnología de la Fórmula 1 avanza.